• En remodelación

Ricardo Otero

Menú

  • En remodelación
  • En Instagram...

    🇩🇪 Alexander Zverev / 📍 Plaza México
    🇨🇭 Roger Federer / 📍Plaza México
    🇩🇪 Alexander Zverev / 🇨🇭 Roger Federer /📍 Plaza México 🇲🇽
    🇺🇸 "Aplastados" y "Out en home". Las portadas principal y de deportes de @houstonchron tras el Juego 7 de la Serie Mundial. 📰
    🇺🇸 Fue un gusto volver, Minute Maid Park ⚾️
    🇺🇸 Así celebra un equipo que gana por primera vez la Serie Mundial con cuatro victorias de visita ⚾️ Los @nationals son los nuevos campeones de la @mlb
  • En Twitter…

    Mis tuits
  • El librero

  • Lo más reciente

    • Fue el mejor resultado posible para Islandia
    • Gracias, Real Madrid
    • ‘No pagué un coche para no usarlo’
    • De por qué #TodosSomosLeicester
    • Todo por el Black Mamba
    • La culpa no es de Uber
    • Cuauhtémoc: el mexicano promedio
    • Sí podemos elegir la hora
    • ¿Hay que echarle la culpa al Papa?
    • Gracias, Kate del Castillo
  • Sígueme en instagram

  • Archivo

Posts By Ricardo Otero

Periodista multimedia. Contador de historias.

Fue el mejor resultado posible para Islandia

3 julio, 2016 · by Ricardo Otero

Iceland's players applauds supporters at the end of the Euro 2016 quarterfinal soccer match between France and Iceland, at the Stade de France in Saint-Denis, north of Paris, France, Sunday, July 3, 2016. France won 5-2. (AP Photo/Thibault Camus)

En el futbol, caer 5–2 es un resultado que generalmente es deshonroso, sin importar el contexto. Lo de Islandia ante Francia es una muy extraña -quizás inédita- excepción, pues pese a la goleada (entendemos quienes nos dedicamos al periodismo de deportes una goleada como una derrota por tres o más goles de diferencia), se fue de la Eurocopa aplaudido y reconocido.

Es cierto: llegar a Cuartos de Final en este torneo para un país con 330 mil habitantes, tan alejado de la Europa continental, es visto como una hazaña y yo lo comparto. En el contexto del partido, después de ir perdiendo 4–0 al medio tiempo, un parcial favorable de 2–1 en el segundo le da cierta dignidad a la derrota. Pero no deja de ser un 5–2.

A la gente le bastó uno de los siguientes argumentos para aplaudir a los vikingos: 1. Lo pequeño del país; 2. Que era su primera Eurocopa y llegaron a Cuartos de Final; 3. Que no bajaron los brazos en el segundo tiempo (basta recordar que, al menos acá como lo vimos acá en México, nuestra selección perdía 2–0 al medio tiempo ante Chile y el partido terminó 7–0); 4. Que este fenómeno islandés prácticamente salió de la nada, lo cual es falso, pues es producto del trabajo de una década, del buen aprovechamiento de recursos humanos y económicos; 5. Lo pintoresco de un equipo de impronunciables y el 8% de su población que viajó a Francia para darle vida a las gradas en el torneo, lo cual, es cierto.

Pero vamos a hacer un ejercicio de imaginación: supongamos que no pasa lo del primer tiempo, que Islandia le gana a Francia; es más, que el jueves echa a Alemania, llega a la Final y ahí denle ustedes el final que quieran a la historia. Con la Final es suficiente. Islandia se habría convertido en el nuevo Atlético de Madrid, el de 2014, un equipo que de repente se puso a la altura de los mejores de su Liga. Y no deja ese nivel, que en dos años brinde otra actuación memorable en el Mundial de Rusia. Y así sucesivamente. Es decir: que Islandia se convierta en una nueva potencia.

Claro que en el papel suena muy lindo, pero eventualmente el tiempo pone las cosas en su lugar o, simplemente, en otro lugar. Hace dos años nos maravillaba el Atlético sólo por ganarle la Liga al Real Madrid y al Barcelona, pero hoy lo juzgamos por tener un sistema de juego de ceder la pelota y esperar, poco espectacular. El Atlético de 2016 ya no tiene la magia de el de 2014, y es la misma base de jugadores, el mismo entrenador y el mismo sistema de juego.

Es decir, que mientras Islandia se quede como un equipo “chico”, pero competitivo, seguirá siendo simpático. Islandia no es el Atlético de Madrid y si quiere ser una potencia, tendrá que superar en el Mundial lo que hizo en la Euro. Pero mejor que se quede así.

Islandia es de las historias que son perfectas. Hasta por la goleada.

Gracias, Real Madrid

28 mayo, 2016 · by Ricardo Otero

*Nota del autor, editor y director (¡ahaaa!): aunque viene especificada la hora y fecha de esta publicación, hago hincapié que se hizo minutos antes de iniciar la Final de la Liga de Campeones de Europa entre Atlético y Real Madrid. Sin ese dato, esto carece de sentido.

He decidido usarla hoy por última vez, por tiempo indefinido (lo indefinido, cronológicamente, abre la posibilidad de lo temporal y lo permanente por igual). Una Final europea es el momento. El Real Madrid, desde hace tiempo, dejó de ser lo que era cuando fui niño, cuando me cautivaron Hugo y la Quinta del Buitre, dejó de ser un equipo que basaba su éxito en la producción interna y que, por tanto, tenía jugadores que realmente vivían su esencia. Hoy no hay Butragueños, Míchels, Sanchís, Pardezas, Vázquez, Chendos o Gordillos. Cristiano, pese a sus marcas y su innegable calidad, no me provoca lo que me provocó Hugo. Añoro más un desborde de Gordillo que uno de Bale. No veo en Modric y Kross a Butragueño y Míchel. Tampoco hay los intermedios entre ésa y esta época: no hay Hierros, Raúles o Casillas. No hay esos legendarios merengues formados desde críos que contagiaron a Hugo, Redondo, Roberto Carlos y Zidane.

Cuando el máximo estandarte del madridismo puro es Álvaro Arbeloa, algo anda mal. Y vaya, él ya se va.

Porque la filiación del aficionado a un equipo, en cualquier deporte, se basa en identidad, y yo hace varios años no me siento identificado con este Real Madrid. Ya no me provoca emoción si vencen al Barcelona. Hace un año, con la salida de Casillas, me declaré en huelga. Hoy rompo esa huelga para apoyar al que es todavía mi equipo, pero tan pronto acabe el partido contra el Atlético, ni siquiera habrá huelga.

Hoy apelo a la historia de mi aún equipo por los recuerdos de casi tres décadas. Por aquella chilena de Hugo ante el Logroñés y la volea de Zidane ante el Leverkusen. Por el gol de Mijatovic ante la Juventus. Por la carrera de Raúl desde media cancha que acabó en el fondo de las redes ante el Valencia, en París.

Pero mientras esté el tal Florentino Pérez, entiendo que no volverá algo como la Quinta del Buitre. Y por Dios, si trae a De Gea en el verano y sientan -o venden- a Keylor Navas, quizás sea permanente la ruptura, porque Keylor es lo más cercano que tiene el club en cuanto a valores.

Y porque estoy convencido de que terminar una relación jamás borra los recuerdos, jamás negaré al Real Madrid, vuelva o no a sus filas de aficionados. Jamás apoyaré a otro club español. Y me seguirá dando gusto que gane.

No hay mejor momento para hacer esto -que ya es irreversible e inevitable- que hoy, ante una Final europea, en San Siro, en el mismo lugar de aquel 5-0 de 1989 ante el Milan que me hizo aprender que ser humillado es parte de lo que se vive en esto. Acaso para que el destino me haga apagar el más grande demonio que guardo de mi madridismo.

Hala Madrid. Y nada ni nadie más.

‘No pagué un coche para no usarlo’

28 mayo, 2016 · by Ricardo Otero

Un día cualquiera sobre Viaducto Miguel Alemán, en la Ciudad de México.

La paradoja de los últimos meses en la Ciudad de México es, por decir lo menos, inexplicable: en la cotidianeidad, diario encontramos entre nuestros conocidos gente que se queja del tránsito y de andar en el coche por muchas horas, pero con las contingencias ambientales de este año, ahora el automóvil parece ser un bien tan necesario que, si te quitan el “derecho” a circular en él, es como si te arrancaran un brazo.

Fui conductor de esta ciudad por muchos años. Entiendo que sortear las largas distancias no es tarea tan sencilla. Sufrí en su momento por los incrementos en los precios de las gasolinas, por las verificaciones semestrales, los mantenimientos y la (maldita) tenencia que, por las fechas en que había que pagarlas, me dejaba sin dinero justo en mi cumpleaños.

Y sí, también me quejaba del tránsito.

Hace tres años tuve que vender mi coche. No he hecho el más mínimo esfuerzo, ni tengo planes, ni me veo a futuro -de momento- buscando comprar uno. Porque me di cuenta que no lo necesitaba y que podía ajustar mi vida para no necesitarlo. Y terminé con una mejor calidad de vida sin él.

La publicidad del mundo automotriz nos promueve vehículos cómodos que prácticamente se mueven solos, en anchas avenidas sin otro congénere a su alrededor, o bien, en amplios bosques con altos árboles. Nos ofrecen, en general, una experiencia que o es inexistente o simplemente no es la cotidiana, porque, vamos, ¿quién va a querer comprar un coche que en un comercial aparezca en un embotellamiento desplazándose a vuelta de rueda?

Exacto. Nadie.

Porque el mundo de la publicidad se basa en un proverbio popular que escuchamos por primera vez desde niños: dime de qué presumes y te diré de qué careces. Las empresas que más gastan en publicidad son aquellas que ofrecen productos o servicios que, en realidad, no necesitas. (¿Sabías que por tu playera del Barcelona o el Real Madrid pagas aproximadamente en tienda unas 20 veces su costo de producción y que una parte de eso que aportas llega a manos de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo?)

El problema es que nos hemos creído la idea de que el automóvil es 1) necesario siempre, y 2) nos da un rango de status que nos hace superiores al que va en la calle o en un camión de pasajeros. ¿Por qué los coches tienen cinco o más plazas? Sencillo, porque cuando se popularizaron, servían para mover a una familia completa. Y admito que en casa en algún momento llegamos a tener cuatro coches para cinco personas, algo que, cuando lo pensé bien, entendí que era ridículo.

La realidad es que un automóvil ocupa alrededor de 15 metros cuadrados de espacio en las calles, y como está documentado que cada uno lleva en promedio a 1.2 ocupantes, pues sobre el asfalto hay desplazándose una persona por cada 12.5 metros cuadrados. ¿Qué significa eso? Si vives en un departamento de 85 metros cuadrados, imagina que toda la superficie es una calle y hay sólo siete personas en todo ese espacio.

Así es. Esa es la causa del maldito tráfico de todos los días: un problema de uso del espacio que compartimos 25 millones de personas.

En cambio, un metrobús, que es un camión articulado de unos 36 metros cuadrados, traslada a 160 pasajeros cuando va a capacidad máxima. Es decir, como meter a 375 personas en el mismo departamento de 85 metros cuadrados.

OK, OK, un metrobús lleno no es cómodo. Va, dejémoslo a la mitad de su capacidad, que ya es razonable. En el departamento hay entonces unas 185 personas, en lugar de solo 7.

Pa’ pronto, para que esas 80 personas que van en el metrobús a media capacidad se muevan en coches, necesitas 67, que ocupan mil metros cuadrados. Aha, mil metros cuadrados contra los 36 de la unidad de transporte público.

Es más, si tienes coche, debes saber que eres minoría: aproximadamente el 80 por ciento de los habitantes de la Ciudad de México nos movemos en transporte público y otros medios.

Y sobre el tema de la contaminación, si tu coche usa gasolina, contamina. Poco o mucho, pero contamina. Asumiré que los datos que me arroja la aplicación Biko son correctos: me dice que cuando voy al trabajo “ahorro” un kilo y medio de emisiones de dióxido de carbono por ir en bicicleta, en un tramo de seis kilómetros.

Es decir, que al día le ahorro a la atmósfera tres kilos de CO2. Exactamente lo que cargué ayer después de comprar la comida de mis gatas. Significa que, si fuera en coche a trabajar, solo por los traslados directos de ida y vuelta a casa, tiraría a la atmósfera 15 kilogramos de CO2 a la semana.

Carga un garrafón lleno. Es el peso que tiraría al medio ambiente por ir a trabajar seis días en coche. Y eso que vivo relativamente cerca de mi chamba.

Multiplica esas cifras por ocho millones de vehículos que hay en la Zona Metropolitana del Valle de México… O mejor no lo hagas, pero ya viste que los resultados son estratosféricos, irónicamente.

No, no les estoy diciendo que todos usemos la bicicleta. Es lo que me ha funcionado a mí. Y a más personas que hemos entendido que así aportamos ese granito de arena para que haya menos contaminación y menos tránsito.

Cada vez que posteo algo en Facebook sobre este tema, me llueven reproches o comentarios de mis amigas mamás, porque, evidentemente, no van a llevarse a sus dos o tres críos en bicicleta. Pues no. Porque justamente para ellas, sus maridos y sus niños se crearon los coches. Los coches son familiares. Que en tus 15 metros cuadrados se muevan de tres a cinco personas ya lo hace más razonable.

Pero cuando veo a algún amigo o conocido, adulto joven, soltero, que se queja del tránsito porque va de Coapa a Santa Fe… No sé qué pensar. Vaya, empezando por preguntarme por qué no se muda a un lugar más cercano a su trabajo.

Sí, cada quién es un caso particular. Puede ser que esa persona que va de Coapa a Santa Fe no se haya mudado porque cuida a su mamá enferma. Pero vamos, ¿cuánta gente realmente ha valorado las opciones de mudarse a un lugar, por lo menos, céntrico y usar el coche sólo cuando lo necesita?

Pocos, proporcionalmente hablando. Porque “no pagué un coche para no usarlo”.

La realidad es que pagaste un coche para estar encerrado en él tres horas al día y emitir kilos de CO2 a la atmósfera, no para ir en una calle sola, en un vehículo súper cómodo y que se mueve casi solo.

Y no, comprar un coche no es malo, pero si la experiencia real es como la que acabo de describir -que lo es-, que valga la pena. Que realmente sea lo que necesites.

De por qué #TodosSomosLeicester

2 mayo, 2016 · by Ricardo Otero
Leicester

Leicester ganó su primer título de la Liga de Inglaterra en 132 años de historia.

Hace unos días, mi colega Óscar Guevara, de Televisa Deportes, lanzó una pregunta bastante sensata por medio de su cuenta de Twitter.

Si en México se corona uno de los llamados chicos todo mundo critica el sistema, pero si en Inglaterra lo hace un chico, todos aplauden

— Oscar I. Guevara (@OscarGuevara_TD) 25 de abril de 2016

El efecto descrito es cierto: si Santos, Pachuca o Toluca —con el perdón por clasificarlos como “chicos”, de lo cual me voy a contradecir más adelante— salen campeones en México, no hay la misma fascinación, o bien, la alegría no es unánime, como acaba de pasar con el Leicester City de Inglaterra.

No, no es malinchismo. Tampoco es un tema de doble moral. Entre las respuestas al tuit de Óscar, se alude también a que en México esto ocurre con tanta frecuencia que pierde chiste, y tiene algo de cierto. Pero el trasfondo es que en México en realidad no hay equipos grandes, solo espejismos provocados por la mercadotecnia.

En México, los llamados “equipos grandes” son América, Chivas, Cruz Azul y Pumas. La única característica que tienen en común es —que en realidad es algo subjetivo— que como visitantes, casi siempre tienen aficionados que viven en la ciudad a la que van. O sea, que tienen fanáticos “en todo el país”. Porque ya llamarlos grandes por la cantidad de campeonatos ganados, pues solo Chivas y América, porque a Pumas y Cruz Azul ya los rebasó el Toluca.

Es más, el “grande” de México tiene 12 títulos. El grande de Inglaterra tiene 20. El grande de España tiene 32.

En Inglaterra, desde 1992, sólo seis equipos han ganado al menos una vez el título de la Premier y 22 de los 24 títulos en disputa se los han repartido entre cuatro de los seis (Blackburn Rovers en 1994–95 y el Leicester City de este año rompieron el guión). En México, en el mismo lapso, 15 equipos diferentes han ganado la Liga.

Es cierto, desde 1996 la Liga Mx se juega con torneos semestrales, mientras la inglesa siempre ha sido anual. Un tío me dijo alguna vez que en realidad, con los torneos cortos no se era campeón, sino medio-campeón. Hoy le doy algo de razón. Tener un campeón cada seis meses quita sensibilidad, hace que las hazañas sean “menos hazañas”.

Además, el formato con Liguilla castiga a los equipos que tuvieron un buen torneo, pues tienen tres semanas menos para preparar el siguiente y eso se sustenta en datos: en DIEZ torneos cortos, campeón Y subcampeón del certamen anterior no clasificaron a la Liguilla (este fin de semana podría confirmarse el 11 si Cruz Azul deja fuera a Tigres y Pumas). No hay lugar para proyectos a largo plazo en el futbol mexicano porque el mismo formato de la Liga lo inhibe.

En contraparte, el formato de la Premier ha logrado que cuatro equipos sobresalgan del resto y generen réditos (deportivos y económicos) a nivel mundial, no solo local. Lo mismo pasa en España (caso más extremo con tres equipos, que hace cuatro años solo eran dos), o peor, en Alemania o Francia, donde sólo uno manda.

Hay quienes ven “competitividad” en el formato de la Liga Mx y desigualdad en las Ligas europeas. No comparto en definitiva lo primero, y lo segundo sí, pero parcialmente.

Lo que sí veo, es que el Leicester City fue capaz de ser mejor no que uno, sino que cuatro grandes del futbol europeo (no solo inglés). No hay manera de replicar eso en el futbol de México.

Tal vez por eso #TodosSomosLeicester, porque, al menos por hoy, nos hicieron pensar que todo es posible.

Ah, y porque en México no hay equipos grandes. Ni chicos.

Todo por el Black Mamba

15 abril, 2016 · by Ricardo Otero

Kobe Bryant

Tiró 50 veces a la canasta y falló más de la mitad de las veces. Le dieron todos los balones. Seguramente mañana su cuerpo le va a reclamar haber jugado tantos minutos. Los Lakers no se jugaban nada, pero hoy jugaron solo para él. Solo por la fiesta. Solo por el recuerdo. Solo por Kobe. Porque si el mismísimo “Magic” Johnson lo nombró el mejor jugador en la historia del equipo, había que jugar para él. Y él respondió.

Los Lakers terminaron la peor temporada de su historia, pero que será más recordada por la noche del 13 de abril en el Staples Center. No hubo trofeo de por medio, pero los 60 puntos de Kobe Bryant y la remontada en los minutos finales, bien valen el campeonato cinco y medio para el 24. Para su líder. Para el Black Mamba.

Les he visto ganar seis campeonatos. Los últimos cinco con él. Solo en esas ocasiones me sentí tan feliz y orgulloso del equipo que elegí porque “Magic” Johnson.

Hay noches en que se ganan trofeos. Hay noches en que se gana la inmortalidad.

Gracias por hoy. Gracias por todo. Gracias por siempre, Kobe Bryant.

La culpa no es de Uber

8 abril, 2016 · by Ricardo Otero

Uber

Lo explicaré primero desde el fenómeno de la reventa. Cuando en un espectáculo (deportivo, musical, el que sea) hay más gente con deseo de ir que asientos disponibles, los organizadores suben los precios. Pero no solo eso. Un grupo de personas acaparan un porcentaje de las entradas que ofrecen a un monto todavía más alto. Por increíble que a algunos les parezca, hay gente que lo paga. Es ley de oferta y demanda, algo que nos debieron enseñar desde la secundaria, pero que solo quienes llevamos alguna clase de economía en la carrera conocimos.

Claro, la reventa es ilegal en México, pero está regulada en otros países. Los revendedores dejarían de existir si nadie les comprara, pero… Sí, ley de oferta y demanda. Y no, en este caso, al ser ilegal, no se justifica.

Hay revendedores porque hay quien compra en reventa. Hay vagoneros en el metro porque hay quienes les compran. Hay tarifa dinámica de Uber porque hay gente que la acepta.

Sí, el caso de Uber es algo similar al de la reventa, solo que todo estuvo dentro de la legalidad. Hay muchos usuarios buscando un auto, más de los que están disponibles, por lo que la empresa echa a andar su tarifa dinámica que obedece exclusivamente a… ¡Sí, la ley de oferta y demanda! Y el precio se va ajustando a encontrar un punto de equilibrio entre el número de unidades en las calles y los que están dispuestos a pagar por ellas.

Así que la culpa no fue de Mancera, sino de los que, pensando que antes muertos que sencillos, prefirieron pagar un servicio que subió hasta a nueve veces su precio regular. Pero ah, como le hicimos creer a Mancera que sí fue su culpa porque cómo rayos nos quiere obligar a subir al metro (que está a menos de la mitad de su costo real de servicio), ya intervino en un negocio privado para regular su tarifa y, oh salvador nuestro, Uber ya solo puede cobrar a razón de 1.0.

Sarcasmos fuera. Aquí lo que me llama mucho la atención es como cuando Uber se vio amenazado hace más o menos un año, quienes lo defendimos (me incluyo) lo hicimos bajo la premisa de que no podía regularse como un taxi por ser un servicio privado, pero ahora que el servicio privado exhibió el lado oscuro del libre mercado, no, que se regule como taxi. Es más, Uber avisa desde un principio el multiplicador de la tarifa dinámica y un rango de precio probable del viaje, es decir, no engañó ni obligó a nadie a usar su servicio.

Entonces, ¿somos o no somos? La culpa no es de Uber, sino del que lo hizo compadre.

Cuauhtémoc: el mexicano promedio

3 marzo, 2016 · by Ricardo Otero

Cuauhtémoc Blanco

Cuauhtémoc Blanco es sin duda el futbolista mexicano de mayor talento de los últimos 20 años, pero no por eso el más exitoso. Su ingenio y desplantes lo convirtieron en el Cantinflas de la transición del nuevo milenio: en el estandarte de lo mexicano, para bien y para mal.

Y en una época en la que la corruptibilidad del país está más que manifiesta, Cuauhtémoc vuelve a mostrarse como ese mexicano promedio: ganó la alcaldía de Cuernavaca, una ciudad de la que nunca fue residente, y para su «homenaje» con el América lo registraron fuera de reglamento y de manera extemporánea.

Porque viva México ca…mpeones.

Sí podemos elegir la hora

27 febrero, 2016 · by Ricardo Otero

cementerio

Expondré cuatro casos de personas que eligieron el momento exacto.

  1. Este es el único del cual revelaré la identidad, pues se trata de una figura pública. El doctor Octavio Rivas Solís, padre de la psicología deportiva en México, falleció el pasado 10 de diciembre. Horas después, esa misma noche, inició la Final del futbol mexicano entre Pumas y Tigres, con dos entrenadores que trabajaron con él en los Pumas en los años 80 -Guillermo Vázquez y Ricardo Ferretti- y, por tanto, dos clubes que funcionan en buena medida con el legado que dejó. La serie fue una de las más dramáticas de todos los tiempos y, seguramente, será una de las más recordadas con el paso del tiempo.
  2. Una mujer de 98 años, lúcida, solo con problemas físicos típicos de la edad, falleció el 23 de diciembre. Las lágrimas y la tristeza del entierro contrastaron con la alegría que ella siempre mostró en vida. Al lado de la fosa, la lápida que daba constancia de que ahí también se encuentran los restos de su esposo y su fecha de nacimiento: un 23 de diciembre también. El hombre murió hace 34 años y, desde entonces, la mujer aseguraba con firmeza y elocuencia en no pocas ocasiones que la viudez la liberó, no sé qué tan en serio o qué tanto como parte del humor negro que la caracterizó. Hago esa última pertinente aclaración porque una de sus nietas, al notar el ambiente fúnebre, puso en el altavoz de su teléfono celular una grabación donde la abuela daba cuenta de una de esas historias que contaba dignas del más grande realismo mágico que ni García Márquez pudo haber imaginado, que cerró con una verdad absoluta e irrefutable, que solo podía venir de una mujer que escogió el cumpleaños de su marido para irse y para hacernos soltar la carcajada en pleno cementerio: “¡Qué viva el pulque!”
  3. Una mujer de 35 años, enferma de cáncer en los últimos meses, decidió en fechas cercanas a su inminente desenlace hacer una ceremonia de compromiso con su novio. Eligieron, pues, el 14 de febrero para sellar su amor eterno, de esos que van más allá del hastaquelamuertelossepare, porque los buenos son los que se quedan hasta más allá del final. Ella, deportista, confinada a una silla de ruedas por un accidente desde pequeña y que representó a su país en cuatro Juegos Paralímpicos, nunca perdió la capacidad de sonreír -me consta- y, según veo, tampoco la de amar. Falleció una semana después de ese compromiso, porque ya no quedaba más que hacer aquí, porque se fue con más de lo que se puede tener aquí.
  4. Una mujer con ELA (esclerosis lateral amiotrófica, la misma enfermedad que tiene Stephen Hawking, también conocida como síndrome de Lou Gherig) desde hace cuatro años, vivió el tiempo suficiente para ver a su hija casarse. En el punto más difícil de su padecimiento nació su primera nieta. La ELA te paraliza el cuerpo, pero no la sensibilidad ni la inteligencia. Cada jueves, hija y nieta la visitaron y justo hace dos días, la pequeña, que está por cumplir tres meses, le regaló su primera carcajada a su abuela. Durante la noche, decidió que era el momento exacto para irse, en completa paz, según refieren sus familiares.

Los cuatro casos solo tienen dos cosas en común: el primero y menos importante es que son cuatro personas a las que les tuve aprecio y cuyas partidas me afectaron (todas, de diciembre a febrero, según pudieron ver); la segunda, la realmente relevante, es que ellos eligieron, pese a sus enfermedades y malestares físicos, que era el momento para dejar este mundo.

¿Hay que echarle la culpa al Papa?

12 febrero, 2016 · by Ricardo Otero

Francisco

¿Realmente es tan malo que Francisco venga a México? ¿Se viola el Estado laico? ¿Vale la pena gastar tanto dinero en su visita?

Hecho: se terminarán destinando 165 millones de pesos (claro, con cargo al erario) con motivo de la visita del Papa a México, de acuerdo con este artículo.

Hecho: ese monto no es exclusivo para la seguridad de Francisco, sino también para las personas que van a verlo. Serán 882 mil asistentes a los eventos (con boleto), sin contar la gente que saldrá a verlo en las calles. El Papa no cobra por venir (¿quién se inventó eso, neta?) y parte de la inversión es para reacondicionamiento de calles que beneficiarán a la ciudadanía, al menos por un tiempo.

Hecho: la derrama económica que se espera a causa de la visita del Papa es de 2 mil 500 millones de pesos, según información de la Secretaría de Turismo. 15 veces lo que se prevé gastado. Si no crees en estimaciones oficiales, está bien, pero, vaya, la diferencia es tan grande que no veo por qué pensar que la estancia del Papa no sea rentable para el país.

Opinión en redes sociales: “No queremos que venga (o no debe venir) el Papa, somos un Estado laico.”

Hecho: aún cuando el catolicismo ha perdido seguidores en México durante los últimos años, en el último censo (2010) INEGI informó que el 83.9 por ciento de la población es creyente. Claro que es posible que haya creyentes que levanten dudas sobre la visita de Francisco, pero de ahí a pensar que en México la mayoría de la gente no quiere que venga el Papa… Y sí, México es un Estado laico, pero también hay libertad religiosa, por lo que el Estado laico no es violado por la visita de Francisco. En esta nota pueden ver una explicación más detallada del tema, dada además por un hombre que conozco y que sí es experto en la materia.

Hecho: se han pavimentado avenidas en zonas de Ecatepec, solo porque viene el Papa.

Opinión del que escribe: pues bienvenido sea. Tengo familia allá y doy fe de que urgía. Claro que uno quisiera que eso fuera constante (y que conste que es el menor de los problemas de ese lugar).

Hecho: han hecho “limpias” en las calles para que no haya indigentes en los lugares donde va a estar Francisco.

Opinión del que escribe: ojalá estás “limpias” fueran para que esas personas pudieran reunirse con el Papa. Pero pues no. Viva México.

Hecho: cortes a la circulación no solo para vehículos particulares, sino también para transporte público, especialmente en la Ciudad de México. La movilidad en estos días será caótica.

Opinión del que escribe: sí, va a ser infame. Afortunadamente, la actividad “fuerte” de Francisco en la Ciudad de México será durante el fin de semana. Eso no quita que algunos cierres son, por decirlo diplomáticamente, exagerados y absurdos. Para este feliz e infortunado usuario, no hay explicación de los cortes a la línea 2 del Metrobús salvo en los horarios de los traslados del Papa por Eje Central, pero no, algunas estaciones cerrarán todo el día. ¡¿Poooooor?! Por cierto, aún estoy viendo a donde rayos me voy a andar en bicicleta el sábado y el domingo para no perder el ritmo que ya agarré. Y DEVUÉLVANME MIS ESTACIONES DE ECOBICI… OK ya, perdón por el ofuscamiento.

Hecho: Francisco no va a ver ni a los familiares de los 43 de Ayotzinapa ni a víctimas de pederastia por sacerdotes.

Versiones de prensa: Francisco ha estado muy al pendiente del caso Ayotzinapa, tanto que supuestamente se vino abajo una visita que habría hecho el año pasado, aprovechando su paso por Cuba y Estados Unidos, ya que no se le habría permitido dar una misa en la Normal Raúl Isidro Burgos. Para la que está por ocurrir, las negociaciones entre El Vaticano y el gobierno mexicano fueron ásperas, de acuerdo con este artículo. El gobierno ha puesto muchas trabas para que el Papa realice las actividades que realmente deseaba.

Hecho: en esta entrevista, Francisco dejó ver que no vendrá a hacerle coba al gobierno de México, y en esta, de hace casi un año, muestra estar bien enterado de la situación que se vive en este país. Veremos.

Opinión del que escribe: Sobre los casos de víctimas de pederastia, el propio clero mexicano tiene un muy triste historial de protección a los sacerdotes agresores, por lo que no debe sorprendernos que la propia Arquidiócesis de México no quiera ser (más) exhibida. Muy, pero muy lamentable.

Hecho: aún así, Francisco visitará un estado lastimado por la pobreza (Chiapas), uno por la violencia (Michoacán) y una ciudad por violencia de género y tráfico migratorio (Juárez), donde además hará un acto justo en la frontera que podrá ser visto en El Paso.

Opinión del que escribe: me parecen bastante significativos esos lugares.

Gracias, Kate del Castillo

12 enero, 2016 · by Ricardo Otero

Kate del Castillo

El gobierno mexicano tiene unas estrategias de comunicación bastante sui generis: repartió material del “Chapo”, su captura y la información que reunió durante esta fuga a distintos medios. La historia de los últimos días es simplemente exquisita: una actriz haciendo de RP del criminal más buscado, un actor de Hollywood haciendo una entrevista mediocre, una captura con inconsistencias y finalmente el episodio, del cual resultó ganador Milenio, de los mensajes en Blackberry entre el narco, su abogado y la actriz. Honestamente, desconozco los datos de todos los efectivos y recursos que destinó el gobierno para capturar a Guzmán Loera, pero de una cosa estoy seguro: fueron más de los que nos podemos imaginar. Marina, Ejército, Policía Federal, policías locales, armamento, naves… Vaya, pueden volar su imaginación. Pero el arma más poderosa para derrotarlo no vino de ahí, sino de su RP, una mujer que lo mandó a la friendzone, ese espantoso lugar en el que todos hemos caído alguna vez (el primo de un amigo es cliente regular). Todos los efectivos y todo el armamento pueden servir para mermar a su organización y mandarlo a la cárcel, pero Kate del Castillo logró lo que en dos décadas nadie había podido hacer: ver al “Chapo” Guzmán como una persona normal, como uno de los nuestros, vulnerable, y querer desde sentarse a tomar una cerveza y decirle que todo estará bien hasta burlarse sin consideraciones.

Gobierno mexicano: Kate del Castillo no merece cárcel, merece una estatua. Para aquellos que duden del poder que tiene una mujer.

Página 1 de 8 1 2 3 … 8 Siguiente »
  • Socialízame

    ricardo@oteromac.com
    Escríbeme
    Mi Facebook
    Sígueme
    Mi Twitter
    Sígueme
    Mi Periscope
    Sintonízame
    Mi Snapchat
    Sígueme
    ¡Más videos!
    Suscríbete
    Mi Instagram
    Mis fotos
    Mi LinkedIn
    ¡Contrátame!
    Mi Spotify
    Mi música favorita
    Mi Klout
    Mi "rating" de redes sociales

    Galería de fotos

    El pase de diapositivas requiere JavaScript.

  • Introduce tu dirección de correo electrónico para recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón.

    Únete a otros 3.115 seguidores

  • Ya los pajarillos cantan…

    Mis tuits
  • Blog de WordPress.com.
Cancelar
Privacidad & Cookies: este sitio usa cookies. Al continuar usando este sitio, estás de acuerdo con su uso. Para saber más, incluyendo como controlar las cookies, mira aquí: Política de Cookies.